Un minuto eterno.

Un minuto eterno.

Fue lo que vivío Carlos Lota, al que inexplicablemente y durante un minuto, aproximadamente,

se le aparecieron delante de sus ojos multitud de lo que él llamó "rayos" . Miles de ellos y por todas

direcciones, atravesando su cuerpo, pasando a su alrededor é introduciendose en sus bolsillo a la 

vez que oía el tímbre de su movil. Hay comprendió que todas esas lúces en forma de onda ó de rayo

que a toda velocídad veía por todas partes, eran, ni mas ni menos que las señales wifi de bares

y casas, las señales de los teléfonos al recibir ó efectuar llamadas. Hasta incluso consiguió ver 

los millones de ácaros que rodeaban todo aquello que veía.